El proceso de divorcio voluntario –también conocido como divorcio administrativo o incausado – requiere de un acuerdo mutuo entre ambas partes. Dicho acuerdo se realiza mediante un convenio que debe presentarse ante un juez, quien formalizará la disolución del matrimonio. En México, este tipo de divorcio puede variar en costos, tiempo y procedimiento, dependiendo del Estado donde se lleve a cabo.
Se caracteriza por permitir a las parejas disolver su matrimonio de manera consensuada y sin necesidad de un juicio, mediante la entrega de un formulario. Cabe aclarar que existe una sútil diferencia entre el divorcio administrativo y el incausado. Radica principalmente en dos aspectos: la entidad a la que está dirigida la solicitud (Registro Civil o Juzgado de lo Familiar) y si ambas partes la tramitan, como es el caso del administrativo.
El procedimiento implica la presentación de la solicitud ante la entidad correspondiente. Asimismo, debe entregarse el convenio establecido respecto a la custodia de los hijos –en caso de haberlos–, la repartición de bienes y la pensión alimenticia. Otros documentos en original que deben presentarse son:
Los costos dependerán de las particularidades del caso y del estado del país donde se lleve a cabo. Además, existen otros gastos durante el proceso. Estos son: la impresión de documentos, los gastos administrativos del juzgado y el pago de honorarios, en caso de solicitar la asesoría de un abogado especializado en la materia.
La duración asociada con este tipo de divorcio también suele variar según la complejidad del caso. Por ejemplo, la sentencia tardará más en caso de presentar un divorcio incausado, pues solamente una de las partes será quien acuda a solicitar dicho trámite. Sin embargo, se estima que en promedio la disolución podrá efectuarse entre uno a seis meses. Esto también dependerá de la carga de trabajo que exista dentro de la Entidad.
Cada estado en México puede tener requisitos específicos adicionales. Por ejemplo, algunos podrían requerir asistencia obligatoria de mediación para llegar a acuerdos, mientras que otros pueden tener formularios o procedimientos distintos que seguir. Es fundamental informarse sobre las particularidades de tu estado para asegurarte de cumplir con todos los requisitos necesarios.
Localiza el Registros Civil o Juzgado de lo Familiar correspondiente a tu ubicación para conocer a profundidad los costos, duración y requisitos con los que debes cumplir. Siempre es esencial considerar la asesoría legal para garantizar que el proceso se aborde adecuadamente y se protejan los derechos e intereses de ambas partes.
La razón principal para decidirse por esta vía de divorcio es cuando una pareja ha llegado a la conclusión de que su relación matrimonial ya no es viable. Por lo que desean disolver su unión de manera amistosa, evitando largos procesos legales y conflictos innecesarios.
Se recomienda considerarlo cuando existe un consenso mutuo sobre los aspectos fundamentales compartidos y ciertos acuerdos relevantes. Igualmente, puede ser la vía más rápida y menos desgastante, si ambas partes están dispuestas a negociar y llegar a un convenio que los satisfaga.
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